Las especies exóticas invasoras se han convertido en la primera causa de pérdida de biodiversidad a nivel global y en especial en el caso de las islas y las reservas naturales.
Por este motivo el Ministerio del Medio Ambiente coordina la elaboración de un plan de acción del “Programa Nacional Integrado para la Prevención, Control y Erradicación de las Especies Exóticas Invasoras”.
En este contexto se realizó esta semana, un taller para recoger la opinión de actores regionales en el Salón de la Controlaría General de la República de la ciudad de Rancagua.
La idea es cuidar nuestro medio ambiente y nuestra biodiversidad a través de la prevención, control o la erradicación de las especies exóticas invasoras presentes en la Región de O’Higgins, entre las cuales podemos encontrar: Avispa Chaqueta Amarilla, el Sapo Africano, la Cotorra Argentina, la Paloma, la Trucha Arcoíris, entre otras.
De acuerdo a lo explicado en la oportunidad por los profesionales a cargo de la exposición, Sofía Guerrero del Ministerio de Medio Ambiente y Petra Wallen del Centro de Análisis de Políticas Públicas de la Universidad de Chile, el “Programa Nacional Integrado para la Prevención, Control y Erradicación de las Especies Exóticas Invasoras” jerarquizará la gestión privilegiando en primer lugar la prevención, en segundo lugar la aplicación de medidas de control o contención, y en tercer lugar la erradicación de la especie invasora.
ESPECIES DAÑINAS
Una especie exótica o no nativa, se define como una especie o subespecie tanto de flora como de fauna, introducida fuera de su ámbito de distribución natural, tanto en el presente como en el pasado; incluye cualquier parte (gametos, semillas, huevos o propágulos) que pueden sobrevivir y reproducirse.
En tanto entendemos por especie exótica invasora: a aquella cuyo establecimiento, dispersión o expansión, amenace o produzca daño a ecosistemas, hábitat o a especies nativas.
El Programa coordinado por el Ministerio de Medio Ambiente contiene dos grandes áreas de gestión, una relativa a la pre-frontera o preventiva, y otra a post-frontera o paliativa. Ambas áreas consideran su accionar sobre ecosistemas terrestres y acuáticos.
Tratándose de especies exóticas invasoras que afecten la biodiversidad y que además afecten sistemas productivos, estas acciones deberán desarrollarse en coordinación con los servicios públicos competentes, inclusive con la comunidad local.
La idea es priorizar la gestión sobre aquellos ecosistemas más vulnerables donde la diversidad biológica, caracterizada por un gran endemismo, se ha visto fuertemente amenazada por la introducción de especies exóticas, como por ejemplo el Archipiélago de Juan Fernández.-